¿En proceso de reajuste profesional?

Han pasado 1095 días desde que empecé mi proceso de autodefinición profesional. Un proceso que inicié sin argumento, sin saber exactamente lo que estaba haciendo y sin saber a lo que me conduciría.
Este proceso se inicia en mayo del 2016 tomando la decisión de hacer algo para ayudar a personas a buscar trabajo desde lo que había experimentado en recursos humanos. Si me lees, seguro que ya lo sabes. Pero si es la primera vez que estás aquí, te cuento que en ese momento estaba en desempleo, recién llegada a una nueva ciudad y no conocía a nadie (esto último jamás me ha supuesto un problema cuando me he mudado de ciudad).
Este momento crítico, de no tener trabajo y no ser llamada a entrevistas, me resultó inquietante porque entendía que algo no estaba haciendo bien. Que algo había cambiado, sin embargo, no era consciente de la magnitud del panorama que estábamos viviendo.
Entonces, comencé a dedicar horas a la lectura por internet y encontré que las nuevas tendencias de recursos humanos hablaban de:
Generaciones diversas, transformación digital, nuevos perfiles profesionales, de la importancia de los valores en las empresas y personas, de la responsabilidad social corporativa, del nuevo mercado laboral y de las nuevas maneras de encontrar talento.
Y fueron estos dos últimos temas, los que hicieron plantearme cómo se estaban buscando nuevas oportunidades profesionales y cómo los candidatos afrontaban estos cambios y sus candidaturas. Con esta idea decidí abrir el blog y desconociendo todo lo que se iniciaría con esta decisión, comencé inconscientemente mi proceso de reajuste profesional.
Celebrando mi tercer año de este acontecimiento, importante para mi, quiero compartir contigo las cinco claves básicas que me han ayudado en este proceso (por favor, esta es mi experiencia y no pretendo que hagas lo que digo. Comparto esto por si te puede servir de algo).
1.- Camina con la incertidumbre
No tengo una receta para curar esto. Sí decirte que desde el 2016, he aprendido que mi vida profesional estará empañada por esta sensación de no saber qué pasará y, sinceramente, ya no me quita el sueño.
He entendido que es mejor ser flexible, valerme por mí misma profesionalmente y adaptarme, que estar esperando a tener una estabilidad profesional que jamás tendré. Alguna vez lo he dicho, no me veo invirtiendo todo estos años a una misma empresa hasta que llegue el momento de jubilarme. Me mata la curiosidad y quiero seguir aprendiendo de nuevos entornos.
La estabilidad laboral ya no existe. Vivimos en la actualidad un momento crítico, muy cambiante y donde se requiere rapidez para afrontar proyectos y gestionarlos con autonomía entendiendo que hay una fecha fin.
¿Nos adaptamos y aceptamos la situación en nuestro propio beneficio?.
Sinceramente, no pienso qué será de mi vida profesional en diez años ni en tres. Como mucho la visualizo en dos, pero ya no solo porque vivimos en esta cresta de la ola llamada entorno VUCA, sino porque he aprendido que para mi es más sano, mentalmente, motivarme a través de objetivos a “corto plazo”… Así tengo “más control” y margen de maniobra.
Esta incertidumbre también está acompañada de miedos, inseguridades, melancolía, desorden y, a veces (o por lo menos más de lo que yo quisiera), sale a pasear mi ruiseñor saboteador, diciéndome mil cosas para no continuar con lo que más quiero y visualizo. A veces, lidiar con este ruiseñor no es nada fácil, lo escucho… lo dejo ser y, de inmediato, comienzo el contra ataque mental de qué es lo que quiero hacer en los próximos meses y cómo me veo haciendo “eso” que más quiero.
Por último, no estoy diciendo que hagas lo que yo hago, por favor. Cada una toma sus propias decisiones y hace lo mejor para estar bien y luchar por lo que desea. Tan simple como esto. Lo importante, es estar alineadas con lo que somos y queremos, sin escuchar tanto ruido externo. Como dice Mery Cirach de Muy Mery (te la recomiendo), que lo que hagamos y las decisiones que tomemos, tienen que alinearse en estas cinco frecuencias: la emocional, mental, vibracional, física y energética.

2.- Céntrate en lo que eres buena
No te voy a hablar en profundidad de un proceso de autoconocimiento que, si bien es cierto, es esencial hacerlo para poner orden a nuestra nueva estructura personal y profesional.
Te hablaré de otra cosa. De escucharte a ti y a tu entorno. Y digo esto porque siempre tuve una mariposa (no un ruiseñor) que me decía en qué era valorada profesionalmente, en qué me sentía que fluía y, mis miedos, inseguridades (aún no superadas) hacían que no escuchase a esta voz.
Sin embargo, cuando decido dar luz al blog, me enfoco en hacerlo desde lo que sé, me gusta y en lo que considero que soy competente o puedo aportar desde un cáliz diferente, el reclutamiento y selección (traducido a la parte de candidatos, procesos de selección).
Al decidir esto, comencé a fluir. A disfrutar escribiendo y dando a conocer lo que se podía hacer en los procesos con las empresas y, ¿sabes qué?… Comencé a darme valor y a creer más en mi.
Otra punto que fue clave en este proceso de reajuste fue que personas de mi alrededor, comenzaron a preguntarme sobre cómo hacer un currículum o un perfil de LinkedIn, cómo afrontar entrevistas de trabajo o cómo hacer una carta de presentación entre otros temas más. También me decían que se me daba bien ayudar, escuchar o que los movilizaba a la acción.
Fue en ese momento donde acepté que algo estaba pasando que yo no estaba viendo y que otros sí. Acepté las buenas palabras que surgían a partir de este compartir de experiencia y, asumí, la importancia de escuchar a los demás cuando ellos están viendo habilidades diferentes que nosotras las vemos “muy naturales o nada excepcionales”.
Es en este punto donde radica también tú talento. Es en este punto que ven los otros y tú no (porque no lo quieres ver, no te interesa o no lo sientes así) donde está la riqueza de tu saber hacer y es desde allí, donde puedes arraigarte para dar un paso vital en tu trayectoria profesional, sabiendo que esto es lo que realmente te moviliza.
Con esto, te digo lo siguiente. Escucha a tu entorno y no solo todo lo bueno que haces. Sé realista contigo misma, pero con cariño y respeto con la finalidad de avanzar un poquito más. Pero sobre todo, escúchate a ti… esto sí es importante. Que ese ruiseñor no te colme de cantares tan altos.

3.- Establece tu objetivo profesional
Sinceramente este aspecto lo trabajé a través de la visualización. Imaginé y grabé todo lo que quería hacer en un plazo de tres años. De manera constante me repetía la misma imagen, la sentía en el estómago, el corazón y le ponía contexto externo.
Decirte que todo lo que pensé hace tres años, lo cumplí a los dos años y medio, pero eso sí… trabajé como hormiguita. Poco a poco, paso a paso y con un hilo conductor que me ayudó a saber qué hitos tenía que ir haciendo y alcanzando para avanzar en este reajuste profesional.
¿Sabes que?. Cada día me chirría más cuando leo o escucho la frase que dice algo así como: ”trabaja en lo que te apasiona y jamás tendrás que trabajar”. Decirte que este proceso de reajuste profesional me llevó a lo que hoy es día en mi “hobby” profesional (siempre digo: me pagan por ser feliz), la empleabilidad y el desarrollo profesional.
Pero, aunque me requeteguste lo que hago, trabajo y trabajo… con una sonrisa, cansada, un sábado… pero no compremos la moto que esto es fácil y que se hace en dos días con directrices marketinianas o haciendo un curso. No es así o por lo menos, no es mi caso!.

4.- Identifica tu target de trabajo
A partir de detectar qué podía aportar a profesionales en su búsqueda de empleo gracias a mi experiencia en recursos humanos, decidí poner foco en este nuevo target profesional.
No siento que haya dejado mi troncal que es la gestión del talento. Siento que dedicándome en la actualidad a la empleabilidad y desarrollo profesional, aplico transversalmente mi experiencia de recursos humanos y esto me ha permitido abrirme a nuevas oportunidades de trabajo.
Sé que detectar un nicho de trabajo no es fácil. Experimenta, observa, escucha, investiga y puede ser que desde este punto, aflore a través del ensayo y error o que ese target, te elija a ti.
Sin embargo, pon mucho ojo en cómo lo que hiciste antes o lo que te llama la atención en la actualidad desde tus fortalezas, puede tener salida en este nuevo modelo de trabajo. Intenta reflexionar en cómo lo que sabes saber es útil y puede ser aplicado en un ámbito de trabajo.
Hay algo que a veces no nos damos cuenta. Y es que nuestras circunstancias vividas, momentos superados, éxitos logrados o errores experimentados, sirven de inspiración a otros y es allí donde puedes encontrar su núcleo de trabajo (esto ya lo digo más en temas de proyectos paralelos).
Si es una empresa, investígala y une el por qué y para qué te interesa trabajar en ella. Y aquí, te digo algo. Intenta no “vender tu tiempo y talento” a una organización con la cual no estás alineado por valores, formas de trabajo, compromiso, etc. Al final, eso te puede salir caro.

5.- Empieza tu proceso de desarrollo de marca personal
Este ha sido el punto crucial en mi proceso de reajuste profesional. Bendito el momento en el que decidí comprar el libro de Cristina Mulero “Saltando de la Pecera. Una historia de Marca Personal”, el de Eva Collado “Marca eres tú” y el de Andrés Pérez Ortega “Marca Personal para Dummies”.
Estos son los tres libros que me voltearon el cerebro ? respecto a lo que tenía que saber y hacer sobre empleabilidad y la importancia de dejar huella aportando valor a nuestro entorno inmediato. Sí decir que primero abrí el blog y luego llegaron estos libros a mis manos!… Todo al revés, pero no salió tan mal!!.
Hay mucha bibliografía sobre este tema y expertos hablando de esto. Además, ya tienes tres libros que te dejo arriba para que, si no sabes cómo empezar este proceso de personal branding, aprendas de estos referentes. Te los recomiendo!!. Además, pásate por el libro de Txell Costa, llamado Working Happy que te servirá mucho si quieres desarrollar tu marca, proyecto paralelo o empredimiento.
¿Sabes qué?. Para mi hoy en día es importante estar actualizada a través de mi formación continua, pero lo que más resultado me da es aplicar lo que sé a mi día a día profesional. Esto va de hacer, hacer y hacer…. “Hacer”, postulado de la Marca Personal.
Sí decirte que para mi lo más importante de este proceso de desarrollo de mi marca es y seguirá siendo, el trabajar en mi autoconocimiento (esto no acabará nunca). Esto quiere decir que seguiré aportando desde mi forma de ser, hablar y escribir. Desde lo que considero que puedo aportar a ti que me estás leyendo, desde mis días en los cuales no me apetece compartir nada por ningún lado, desde mis fortalezas, intereses, experiencias vitales y profesionales y viajes (que tanto me han enseñado). Quiero seguir compartiendo desde la consciencia de que contribuyo con mi granito de arena para que este mundo sea mejor con personas más felices a través de sus empleos y, sobre todo, seguiré siendo yo.
Ya no me bajaré del barco, porque lo que tengo visualizado lo haré con miedo y ruiseñores cantando alto, pero lo haré. Tarde más o tarde menos. Salga mejor o peor, pero es mi momento de seguir fortaleciendo lo que he construido hasta ahora.
Y tú, ¿te atreves a visualizar aquello que te hace tilín?… Espero que sí!!.
Gracias por leerme, por tu tiempo dedicado y por acompañarme en estos tres años de puro cambio y adrenalina….!!.
Grace Salazar
Recruiter – Desarrollo y Orientación Profesional
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
Deja una respuesta