Sí, como lo lees… este titular es una fiel realidad que vive mucha gente, con lo cual nada nuevo te estoy contando. Este titular es reflejo de un mercado laboral, low cost, que aún no termina de progresar y no lo hace porque se solicita trabajar por encima de las cuarenta horas por poco más de quinientos euros mensuales.
¿Cómo puede ser posible que se solicite determinada formación y algunos años de experiencia en una jornada de más de cuarenta horas a la semana por un sueldo realmente irrisorio?, o ¿cómo puede ser posible que un entrevistador ponga al límite al candidato incluso, haciéndole sentir mal?. Y cuando digo mal, me refiero a generar en la persona entrevistada inquietud, no dejándole hablar ni argumentar y juzgando su forma de expresar y pensar. A esto llamo procesos de selección y ofertas que pinchan (por no llamarlas garrapatas). No es la generalidad pero existen y este abuso es porque hay una falta de ética, valores y empatía con el candidato.
Y ya que nos ponemos, ¿cuantas veces nos hemos topado con conocidos que nos cuentan que parte del salario será en nómina y la otra parte en B?, ¿cuántas veces solicitan trabajar un fin de semana sin beneficio alguno?, ¿cuantas veces nos encontramos con ofertas de interés, sin embargo en la entrevista se da a conocer otra propuesta porque no se quiere especificar la original en la convocatoria debido a que no interesa?… muchas veces!!.
Pero, ¿hasta donde vamos a ir con el abuso laboral?, ¿hasta cuando se va a permitir que todos los meses se nos diga (engañe, al menos yo lo vivo así) que se ha mejorado el empleo?…. ¿qué empleo?. ¿Donde está ese supuesto empleo con mejores condiciones?, ¿donde está el empleo si las personas tienen que dejar sus ciudades porque allí no encuentran lo que necesitan?, ¿hasta cuando gente bien formada trabajando en empleos muy diferentes a lo que quieren y tienen al alcance?, ¿hasta cuando por ser mujer con más de 40, con niños o sin ellos, dejará de ser un problema para adentrarse en el mundo laboral?. Sí, hoy estoy en modo queja y quizás no consiga nada pero me apetece hacerlo.
Sinceramente, yo no lo veo ni lo estoy experimentando con las personas que conozco. Hay un abuso grande y es grande porque esto es una batalla a campo abierto sin nadie que saque el silbato de fin de temporada.
Y sí, hay personas que aceptan estas condiciones porque no les queda otra, porque no tienen nuevas y mejores oportunidades laborales. Y lo aceptan, no porque sean “tontos”, aceptan porque necesitan ese dinero para seguir subsistiendo porque con esto no se vive, ni se está en bienestar. Aceptan porque tienen que seguir.
Ahora bajo un cielo gris gallego, que me regala bonitos paisajes verdes de esperanza, lanzo un reclamo de respeto, de empatía y salud con los demás. No me importa que todos los meses me digan qué tan bien va España, no me importa esto. Me importa que hayan empleos que ayuden a las personas a tener una vida mejor y con mejores expectativas hacia su propio futuro. Me importa que haya más respeto a todos nosotros y que no se juegue con nuestro ahora y futuro (sí, sé que el futuro me lo hago yo). Me importa que hayan profesionales que se sientan válidos, reconocidos y no abusados, ni explotados. Esto me importa.
Me importa que esto no vuelva a pasar, pero sé que pasará porque estamos bajo un paraguas que permite esto y más abuso. Me importa que se trabaje más en crear políticas que faciliten nuestro desarrollo, a políticas que nos expriman como un limón.
Me importa que haya mejor empleo y más.
Por menos procesos de selección y ofertas que pinchan.
Grace Salazar
Recruiter – Orientadora Laboral – Coach de Desarrollo Profesional
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