Se hace camino (también profesional) al andar
Realmente no nos enseñan a tomar decisiones y adentrarnos en cambios. Por ello, a veces no nos sentimos capaces de dejar a un lado aquello que no nos ayuda a crecer y favorece internamente.
A veces, quedamos condenados a vivir como zombies laborales cuando realmente hay algo que internamente nos dice que este no es el camino correcto. Nos quedamos allí, en medio de la seguridad que nos da un trabajo, en medio de “mañana será otro día” o nos quedamos enfrascados en el sentir “tengo miedo si me marcho de aquí”.
Está claro que cada quién sabe lo que es mejor para cada uno, sin embargo, si hay una voz interna que te reclama otras vivencias, tómate el tiempo de escucharte como lo hizo la protagonista de este escrito, Vanessa Elechiguerra.
Qué puedo decir de Vane como le digo yo. Es una mujer inteligente, firme en sus convicciones, reflexiva y guerrera por haber sorteado las vicisitudes que da la vida como lo ha hecho. Nuestra formación en Coaching nos unió y hoy aquí está, contándonos su experiencia de cambio profesional después de muchos años como diplomática. Gracias Vane!!.
Se hace camino (también profesional) al andar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar, según el poeta Machado. Cuánta verdad en estas palabras y qué fácil se nos olvida.
Justamente un día como hoy, trece años atrás estaba iniciando una andadura de diez años de carrera diplomática. Creo que no podía estar más ilusionada, finalmente podría aplicar lo aprendido en los años universitarios en mi natal Caracas y los tres posteriores de postgrado en Madrid, haciendo todo lo que siempre había soñado.Y aunque desde el minuto uno me di cuenta de que la realidad no se correspondía mucho con mis sueños, seguí andando durante diez años de ilusiones y desilusiones.
Puedo decir que aprendí, ¡vaya que aprendí!.
Aprendí mucho y principalmente de mí misma. Tuve que hacer frente a la responsabilidad, la disciplina, descubrí mi propia capacidad de trabajo, sentí el impulso y la fuerza de trabajar por lo que crees.
Y también aprendí a afrontar el dolor de dejar de creer…
¿Qué hacer cuando damos toda nuestra energía a un proyecto laboral que ha cumplido su vigencia?
A mi por lo menos me costó mucho tiempo asumirlo, podría hablar de seis largos años. Fue tanta mi implicación que sentí que yo era ese empleo… olvidé mi propia identidad.
Pero si, llegó el gran día en el que decidí dar el paso. Busqué en mis archivos la carta de renuncia que había escrito seis años atrás y solo hice unos pequeños cambios.
¿Qué sentí?. Por un lado, una gran liberación (recuerdo que al entregar la carta canté en la oficina la canción “Libre” de Nino Bravo ?).
“Libre como el ave que escapó de su prisión y puede al fin volar… y sabré lo que es al fin la Libertad”
Y con la libertad naciente, se habría una gran responsabilidad sobre mi destino.
Llegó el momento de asumir mi cambio profesional…
El cambio no fue sencillo, hubo muchos momentos de dudas y de profunda inseguridad al iniciar una nueva carrera después de tantos años de formación y dedicación profesional.
Puedo decir que conté con mucha ayuda para dar ese paso, durante tres años adquirí muchas herramientas de autoconocimiento a través de la Astrología Transpersonal y el Coaching.
Y así sin darme cuenta, a los pocos meses con ternura y suavidad había construido mi nueva identidad, que ya no era una profesión sino mis valores.
Wow!! Qué sensación tan maravillosa esa de los inicios, aprendiendo a ver de nuevo, a indagar, a construir una nueva identidad.
Desde esos valores emprendí un nuevo camino profesional como Coach y Astróloga Transpersonal, y puedo afirmar que desde entonces cada día es un precioso reto de superación para dar lo mejor de mí.
Sin mis 10 años como diplomática no estaría donde estoy ahora, afortunadamente recibí la orientación que necesitaba, además del apoyo familiar y de mi compañero de vida.
En definitiva, tengo todo que agradecer, todos estos años, el aprendizaje, los años de formación y todo lo que soy que me permiten, el día de hoy, estar justo donde quiero estar.
Con mis valores como guía por éste y por todos los caminos que decida emprender.
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