Sí, tengo 50 y merezco un trabajo

Vivimos momentos convulsos, de incertidumbre, de grandes cambios y de situaciones impensables hace apenas pocos años.

Leemos informes y escuchamos proclamar lo bueno que es trabajar en entornos multigenaracionales. En entornos donde todos, absolutamente todos, aporten y que aprendamos los unos de los otros más allá de la edad que dice nuestro dni.

Y… ¿qué es la edad?. La edad para mi es la suma de experiencias, vivencias, emociones y forma de enfrentar la vida.

La edad no debería ser obstáculo. No debería ser sinónimo de incertidumbre cuando no se tiene empleo. No debería ser inquietud y desesperanza. No debería ser preocupación y frustración. No debería ser pena y nostalgia de ver un futuro incierto.

No, no debería ser…
… Pero lo es.

Y lo es porque veo a mujeres y hombres, sin camino vital, desesperanzados, perdidos, preocupados y con la sensación de que no ha valido la pena nada de lo que hicieron profesionalmente, ya que las oportunidades de empleo para ellos y ellas casi no existen.

Y no existen porque son muchas las empresas que miran hacia un lado como si esta generación no estuviese aquí delante de nosotros. Miran hacia un lado como si estas personas no supieran nada de entornos de trabajo y de las funciones que hicieron por mucho tiempo. No las quieren mirar porque supuestamente son sumamente caras, no están a la vanguardia de la tecnología y porque supuestamente no se podrán adaptar a compañeros con veinte años menos.

Pero, ¿de donde se saca esto?. Acaso, ¿nos hemos vuelto menos humanos?. Acaso, ¿nos hemos olvidado que estas personas están en la cima de rendimiento y capacidades?. Acaso, ¿nos hemos olvidado que ellas y ellos tienen familias que sostener?. Acaso, ¿nos hemos olvidado que ellos sienten?… Y sienten profundamente con ojos haciendo agua este desplazamiento.

No, no me lo invento. Esta es la realidad que estamos viviendo, que he visto y sentido en días pasados y ante esto, me he sentido impotente, con vergüenza y con ganas de dar miles de esperanzas, pero me he quedado allí… sin saber por donde empezar porque en estos momentos las palabras sobran. Lo que falta es mirar y sentir acompañando al otro.

En unos pocos años tendré esta edad y me aterra esta falta de interés, de empatía empresarial y de aislamiento profesional. Pienso en cómo serán los días de estas personas, cómo se sentirán, qué pensarán y cómo se verán desde casa con oportunidades limitadas.

Particularmente no me siento capacitada de decirles: reinvéntate, emprende, asóciate, ponte estudiar X, porque creo que primero debemos ayudarles a sanar las heridas que tienen producidas por el desempleo y por esta indiferencia empresarial.

Tú eres el foco

Simplemente decirte a ti que estás en los 50, que alces más la cara, que nada malo hiciste para que ahora una sociedad empresarial no te valore profesionalmente. Alza tu mirada y súbete a la lucha diaria para que esa oportunidad llegue. Sé que lo haces todos los días, pero te pido que subas dos escalones más para que puedas ver el fin de toda esta tormenta.

A ti luchador y luchadora de 50, no declines aunque sé que los días a veces se nublan. No te dejes vencer. No te dejes machacar por todos los “no” que recibas de una entrevista o esos “no” invisibles que están pintados de faltas de llamadas o de lecturas de tu currículum.

Recuerda, todo lo que hiciste antes es válido porque tu experiencia, responsabilidad, motivaciones, competencias y habilidades, no se quedaron en el cajón de aquella oficina, tienda, coche o laboratorio al cual fuiste asiduo. No, no se quedaron allí… aún viven en ti y sé que llegará el momento donde esto se vuelque en tu nueva realidad profesional.

Sé que ahora más allá del momento en el que estás, te preocupa el no saber por donde empezar en este cambio de era que nos ha traído un nuevo paradigma profesional. Sé que para ti el buscar actualmente trabajo te queda grande (no por falta de motivación, ni de ganas), debido a que lideraste tu negocio o tuviste un empleo desde hace mucho.

Sé que el nuevo mercado demanda más de ti y de todos los que estamos en actividad laboral. Por esto, es necesario que empieces con una ruta clara de búsqueda de trabajo y por ello, te dejo estos artículos de profesionales de referencia que te ayudarán en este momento: Maxi Peñas y Reme Arjona

Finalmente, a ti empresario no te pediré mucho. Solo me gustaría que te detengas a mirarlos, a leerlos, a escucharlos y a dejar de lado prejuicios. ¿Sabes?… ellos y ellas sólo piden una cosa: TRABAJAR. El trabajo nos lo merecemos tú y yo, más allá de la edad que dice nuestro dni.

Grace Salazar
Recruiter – Desarrollo y Orientación Profesional