Toma el rumbo de tu vocación profesional
Hoy viene a acompañarnos una persona que cuando lo vi por primera vez, me di cuenta que hay seres que hablan con sus buenos gestos y sobre todo, hablan abiertamente con sus sonrisas y miradas. Él habla así.
Él habla con su presencia. Habla con su disposición siempre a ayudarte y escucharte. Él te habla con sus bonitas palabras de afecto a todos los que lo conocemos pero Patxi, habla y cautiva por su sencillez, su pasión como padre y sus ganas de comerse el mundo.
Patxi habla con sinceridad, con cercanía y con atención porque notas en él, sus deseos de ser cada día mejor como persona y como profesional. No puedo estar más contenta que venga a este lado de mi web, Ell@s Cuentan, para que él en persona, nos cuente cómo se vive una transición laboral, ya que en la mayoría de los casos, pasar por una etapa de estas, que supone grandes cambios, no es nada fácil porque embargan una serie de cuestiones, miedos, inseguridades, falta de conocimientos, entre otras variables más.
Este artículo no es un escrito cualquiera, es una historia hecha a base de reflexiones, suspiros laborales y búsqueda por aquello que nos pueda ser felices profesionalmente. Por qué sí, en muchos casos se puede disfrutar y acariciar con cariño e ilusión lo que hacemos como trabajo y para ello, me encantaría que tomes nota mental de cada uno de los círculos que nos trae hoy Patxi en este, tomando rumbo.
Tomando Rumbo
Cuando Grace me ofreció la posibilidad de escribir un post en su blog me sentí muy emocionado. Colaborar para alguien a quien admiras por su trabajo y además aprecias como persona siempre es especial. Pasado un tiempo, cuando la alegría se suavizo un poco, entré en modo ¿¡qué puedo escribir para Grace!?. La respuesta, a pesar del pánico, era sencilla, y resaltó sola entre otras alternativas. Qué mejor para contarle a Grace, que la historia de una búsqueda vocacional. Por suerte conozco una historia auténtica, compuesta de diversos retales y de cosas inventadas, eso sí, es la historia de un amigo, de una amiga… así que os recomiendo que prestéis mucha atención, porque bien podría ser la vuestra.
Este mapa servirá para localizar la situación y los movimientos de nuestro protagonista durante la historia.
Según me contó una amiga, su amigo era el heredero de una estable zona al Sur del mapa pero empezaremos esta historia desde una etapa crítica en su vida. El heredero (amigo) se encontraba alcanzando la madurez y cualquiera podía decir de este, que había llevado una vida adecuada, criado en el seno de una familia estructurada, educado en un buen colegio, considerado por su grupo de amigos, licenciado en estudios propios a su futura responsabilidad y cómodamente establecido en el círculo Sur.
Para él, todo parecía en su sitio. Siempre había seguido los bienintencionados preceptos familiares con los que había conseguido vivir de manera cómoda y segura, permaneciendo en la zona Sur, por lo que le pagaban. De forma natural, se había desplazado ligeramente al Noroeste y allí, dentro de la zona Suroeste se había establecido en un baluarte que consideraba bastante bien defendible, su profesión. Si bien era cierto, había encontrado un recóndito retiro en el lejano Noroeste, su pasión, a donde escapaba con asiduidad debido a que esta zona, le aportaba una especial gratificación. Con todo ello, en su interior, se sentía a la deriva. Diariamente tenía la sensación de estar simplemente cumpliendo el expediente, respondiendo a todo lo que iba surgiendo, pero con el piloto automático encendido, moviéndose en círculos.
Los días pasaban y cada vez más se encontraba pasando los días. La rutina amenazaba de manera lenta e inexorable con anularlo. La madurez puede ser un periodo desde donde se puede hacer una alto en el camino y tomar perspectiva, para nuestro amigo, sin duda, lo fue.
El gran cambio de rumbo
Un día oyó hablar de un concepto algo novedoso, una nueva metodología para desarrollar personas, lo que despertó su interés. Se fue acercando tímidamente, asistió a varias charlas, se documentó y empezó a conocer más aquello que había captado su atención. Conforme iba descubriendo más, se sentía identificado. Veía en esta metodología muchas de las competencias que debía reunir alguien que pudiera desempeñar esta vocación. Este periodo de acercamiento y conocimiento se prolongó durante varios años, en los que continuaba ejerciendo su responsabilidad en una empresa.
Finalmente, hizo acopio del impulso suficiente y se adentró hacia el mismísimo centro. Su formación fue tremendamente reveladora. El conectar con gente que se encontraba en la misma sintonía y con inquietudes similares generó una sinergia muy potente. Además, la nueva metodología le permitía y, en parte, exigía profundizar en su interior.
Se armó de valor y se entregó plenamente al proceso, para lo que tuvo que abrirse como pocas veces lo había conseguido antes. Esto le permitió escucharse a sí mismo, conocerse a un nivel más profundo, alinearse con sus valores y encontrar su propósito. Estaba tomando rumbo. Un rumbo propio y autentico, marcado desde su brújula interior.
Empezó a disfrutar de lo que hacía de una manera diferente. Aprendió a enfocarse de una forma más completa y continuada. El dominar el método requería de práctica, pero disfrutaba con ello. Ahora identificaba más frecuentemente sus estados de “flow”, en ellos toda su atención estaba enfocada en lo que estaba haciendo, lo que le hacía percibir el espacio y el tiempo como una especie de burbuja a su alrededor. Al conectarse de esta manera, la maraña de pensamientos desaparecía y una fluida calma reinaba en su mente. Se sentía en plenitud con lo que hacía.
La formación llegó a su fin y ahora tocaba separarse de sus nuevos y afines compañeros y salir del entorno de pruebas donde se habían sentido seguros y confiados para presentarse de nuevo al mundo real. Nuestro amigo tenía claro que necesitaba mucho más que conocer esta nueva metodología para poder alcanzar su propósito. Si quería establecerse en el centro, debía antes aventurarse en el círculo Este para descubrir los secretos que el mundo necesita, algo que hasta ahora era desconocido para él a ese nivel.
Para ello pidió ayuda. En su formación había coincidido y conectado de manera natural con una compañera de espíritu viajero que conocía los nuevos caminos que debía recorrer en esta nueva andadura. La compañera, con suma sencillez y tacto, lo instruyó y alentó a iniciar este nuevo camino y gracias a ella emprendió su viaje. Del mismo modo y sobre la marcha se fue aprovisionando con más consejos y ayuda de maestros de su entorno y confianza, los cuales confeccionaron su nueva imagen y soporte.
El hasta entonces heredero, se tornó explorador y se adentró hacia la zona más desconocida para él hasta el momento. Con lo que descubra sobre su Misión y Vocación regresará para establecer su centro, su propósito. Espero que mi amiga nos comparta esa historia en el futuro.
Muchas gracias por todo Grace.
Coach Parental en Alta Competición – Coach para Pymes
A Patxi, mi agradecimiento por habernos regalado esta historia de cambio laboral a través de los diversos círculos de vida, los que hacen acercarnos a nuestra vocación.
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