Abriendo caminos: CEO for One Month Adecco Perú
Cuando leí su historia de vida, me sorprendí. Cuando comencé a leer más y más de ella, me dije: Grace, esta es una mujer inspiradora. De esas chicas que pisan fuerte porque tienen referentes latentes y potentes, sus padres.
Ella tiene algo que he de destacar: fortaleza, ímpetu y deseos enormes de superación. Y digo esto porque ella es de una ciudad al sur de Perú, donde las oportunidades sociales, educativas y económicas se hacen notar. Porque para salir adelante se tiene que luchar y mucho. Porque llegar a la capital, Lima, para iniciar un camino profesional no es nada fácil.
Lorena, es un ejemplo para mi. Ella decidió cambiar su vida a los 17 y lo está logrando tan solo con 23 años. Su entereza, su talento y su instinto de querer ser mejor persona la está llevando a forjar un camino de éxito. Como peruana que soy, sinceramente me siento orgullosa de que ella sea un modelo a tomar en cuenta. La sigo por redes y no me canso de leerla y de preguntarme: “cómo ha alcanzado todo esto, qué máquina”. Lo hace con tesón, dedicación, esfuerzo y porque tiene unas cualidades únicas.
Simplemente decirte que su ciudad natal, Tacna, está a 1220 km al sur de la capital peruana. Sin embargo, esto no le ha impedido salir de su hogar ganando una beca en la Universidad de Uppsala (Suecia) donde la Comisión Europea la seleccionó como una de las cinco mejores estudiantes latinoamericanas. También ha hecho prácticas en el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington DC y ha sido becada por la Fundación Botín.
Lorena, muchas gracias por compartir tu historia de vida y profesional. Eres un ejemplo de superación y mujer. Además como peruana que soy, me siento muy orgullosa que, mujeres como tú, estén haciendo de nuestro Perú, un país mejor.
Abriendo caminos: CEO for One Month Adecco Perú
Cuando Grace me pidió hacer este artículo me dijo que era un ejemplo para muchas mujeres, ¿no es acaso uno de los halagos más lindos que se le puede hacer a una persona?. Realmente espero que muchas de las cosas que he logrado pueden inspirar a más jóvenes a creer que es posible cumplir sus metas y seguir soñando en grande. Soy muy consciente que aún me queda mucho por aprender, sin embargo, todos tenemos algo que compartir y este es mi pequeño aporte.
Hoy no solo quería contarles mi historia, sino lo que me ha movido a tomar ciertas decisiones que, sin lugar a dudas, me han conducido a vivir un conjunto de experiencias transformadoras que me han convertido en la persona que soy el día de hoy.
Siempre que empiezo una charla o me presento, digo muy orgullosa que soy de Tacna, una ciudad pequeña al sur del Perú, que no tiene muchos habitantes, pero sí un gran amor por la patria. Desde pequeña se me inculcó el gran cariño que le tengo a mi Perú y lo mucho que quiero esforzarme por verlo sobresalir, quizá este fue el inicio de mi vocación por el sector público.
Terminando el colegio y ya ingresando a la universidad, pude ir descubriendo las grandes brechas educativas que existen entre las universidades de la capital o las principales ciudades y las de otros departamentos. El nivel educativo del país no es el mejor comparado con el de la región y ni qué decir frente al mundo. En Perú, no tenemos ni una sola universidad dentro de las 500 mejores según QS World University Rankings® 2019.
El mundo se está volviendo cada vez más competitivo, pero también es cierto que la tecnología está haciendo posible que tengamos acceso a oportunidades que antes eran imposibles de imaginar. Es por eso que decidí que no me iba a quedar atrás y empecé a trabajar para mejorar mi perfil profesional, no me iba a conformar con las clases de mi universidad, sabía que tenía que ir más allá.
Empecé participando en todos los cursos que encontraba en mi ciudad, y luego comencé a formar parte de organizaciones sociales. Si quería convertirme en líder tendría que tener experiencia trabajando en equipos multidisciplinares. A lo largo de estos años, he colaborado principalmente con tres organizaciones en temáticas de liderazgo, emprendimiento y ciudadanía.
A la par, entré al mundo de las becas. Yo estaba estudiando inglés en ese momento, y recuerdo haber visto un anuncio sobre la convocatoria para la beca Study of the United States Institute (Departamento de Estado de los Estados Unidos), que buscaba a estudiantes líderes para capacitarlos en la Universidad de Arizona por un mes. Era la oportunidad que estaba esperando, pero nada llega fácil y es por eso que no lo logré al primer intento, me preparé mucho más para cuando lo intenté por segunda vez y tuve buenos resultados.
Tan importante como el primer éxito, es saber seguir construyendo y avanzando hacia nuestras metas, por esto seguí buscando otras oportunidades que se alinearan con mis intereses y mi vocación por lo público. A los 8 meses ya estaba viajando nuevamente y así, continué creyendo en mí y en mis sueños hasta el día de hoy.
Steve Jobs tenía mucha razón cuando dijo:
“No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna forma en el futuro.”
Han pasado cuatro años desde que viajé a Estados Unidos con mi primera beca, y siete desde que decidí que iba a luchar por mejores oportunidades. Ahora miro hacia atrás y veo que seguir a mi instinto y a mis sueños locos ha valido la pena.
El camino se ha ido mostrando y he tenido la oportunidad de ganar becas internacionales, conocer 29 países en tres continentes, hacer una pasantía en un organismo internacional y ser CEO por un mes en Adecco Perú.
Sin embargo, lo más reconfortante para mí, es haber podido abrir caminos para aquellos que veían muy lejanas esas oportunidades, y hoy están cumpliendo sus metas porque empezaron a creer que también podían hacerlo.
Por otro lado, recién voy iniciando mi vida laboral y sé que se vienen muchas decisiones importantes que tomar, así que ya para finalizar este artículo y no hacerlo más largo, les dejo tres puntos clave que he podido aprender de mis experiencias y que siempre es bueno recordar:
1. La vida es una maratón, no una carrera de velocidad. Muchas veces he querido tener resultados instantáneos con el mínimo esfuerzo. Puede que en algunos casos funcione, pero no hay nada más reconfortante que obtener resultados cuando sabes que realmente te has esforzado y que has podido lograrlo a través del desarrollo de tus capacidades, que has crecido y que gracias a todas las situaciones de éxito y también de fracaso, ahora eres una mejor versión de ti misma.
2. Síndrome del impostor. Sí, a mí también me ha pasado que cuando he tenido algún éxito, he sentido que no lo merecía o que no era lo suficientemente buena para haber llegado hasta allí. Pero la verdad es que no hay nada más importante que valorarse a una misma, y tal como Amy Cuddy lo dice en su charla TED: “Tienes que creer en ti e intentarlo hasta que te conviertas en esa persona que crees que debería estar ahí”.
3. Compartir lo aprendido. Creo que no hay nada más gratificante y que le dé más sentido a nuestros éxitos que poder utilizarlos para inspirar a otros. En mi caso, las becas cambiaron mi vida, por eso quiero ayudar a que más personas crean que es posible y encuentren su oportunidad. Así nació hace unas semanas Becambio, el espacio en el que comparto mis experiencias y tips en el mundo de los intercambios, becas y pasantías. Así que te invito a que te unas a esta linda comunidad en Instagram: @becambio.
Muchas gracias Grace por la oportunidad de expresar un poquito de mi historia en tu blog. ¡A seguir creciendo y creyendo en nuestro potencial!.
Lorena Miranda Gutierrez
Ingeniera Comercial.
Actualmente trabaja en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú.
PD: No dejo de sentir orgullo de ella. Me parece increíble todo lo que está logrando Lorena.
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