“Hay miedos que ayudan y miedos que entorpecen nuestros caminos. El reto consiste en ser capaces de hacer lo que queremos hacer aún con miedo. Se trata de ponerlo a un lado, de hacerlo pequeño, de aceptar su presencia, porque así es como desaparece, en lugar de luchar contra él y querer eliminarlo a toda costa” .
Hoy desde la tranquilidad que me da estar en casa y terminar el año, se me vienen muchos momentos a la cabeza. Se me viene el momento en que decidí escribir en una libreta todo lo que quería aprender, reforzar, alcanzar y caminar en estos 365 días.
Se me vienen flashes de días intensos. Flashes de momentos pálidos, con nombre y apellido. Pero hoy, en pleno día de invierno, en mi hogar y con un fuerte viento de aire por el Levante, alzo mi cara y voz para compartir contigo lo que ha sido este viaje para mí. Viaje que me regaló vivir una década cargada de emociones nuevas y objetivos unidos por el corazón y la mente.
Viaje que no ha sido fácil, que se encontró con momentos turbios, pero que mi carácter pintado de optimismo y querer vivir mejor, han hecho que muchos de los escritos en papel y en mente se cumplan. Y este tocarlos ha sido a base de trabajar y trabajar y trabajar para mí. Y este trabajar tiene un nombre: ACCIÓN AL CUADRADO.
No importa si tu viaje de objetivos comenzó un 1 de Enero o un 25 de Julio. Lo importante es que seas consciente cuando empezó y qué te hizo poner en la cabeza aquellos objetivos para querer seguir, avanzar y crecer. Crecer como persona valorando lo que eres y tienes en casa (que esto no se nos olvide, porque lo que no se toca y vive en nuestro hogar) es el mejor regalo.
El haber avanzado este año no es fruto de casualidades. Seguro que tu también sabes que todo lo que se quiere conlleva un esfuerzo y grande. Porque lo que se pone en nuestra cabeza no debe aceptar desesperanza, pereza, derrota y vivir en el pasado. Lo que se ancla en nuestra cabeza debe tener espíritu, ganas, esfuerzo, disciplina y hábito. Estas dos últimas características las he ido incorporando a mi vida estos meses y aún me queda por hacerlas más mías. Sé de los resultados que he obtenido de ellas, pero sé también lo que me queda por afianzarme.
Y como la disciplina y el hábito no pueden convivir solas, comparto contigo modestamente las acciones que he realizado en este año y que me han servido para viajar mejor en este objetivo, que ha sido mejorar mi empleabilidad y hoy en día, acompañar a 20 grandes personas en su mejora laboral.
Sé que mi parcela profesional sólo es un pequeño ápice de mi vida, lo importante es mi propia vida. Esa vida que disfruto con circunstancias que me da estar bajo un cielo inmenso……
La ruta de este viaje
“Los premios más especiales se logran trabajando. Es cierto que hay regalos de la vida que vienen sin que los pidas, y es maravilloso, pero, por lo general, si quieres algo debes salir a por ello”.
1.- Ponerme delante de mi espejo
Hace año y medio decidí sacarme títulos, funciones y actividades profesionales con las cuales no me sentía cómoda, no me veía y sentía que me faltaba mucho para estar a la altura. En ese momento tomé la decisión de quedarme con lo que realmente sé y me veo haciendo con cariño e ilusión. Todo este año me reafirmé en lo que quería y lo vengo haciendo porque cruzar la acera de RRHH al Desarrolo y Orientación Profesional, acompañando a personas en su mejora no ha sido fácil, sin embargo, puse bandera en este hito y estoy trabajando en ello para ser mejor.
¿Te reconoces ahora? ¿Sabes lo que haces bien laboralmente? ¿Ya te encontraste con aquello que te hace mejor persona? ¿Cuál es tu destino en este viaje?.
2.- Aliento y apoyo
Sin el apoyo y respeto por mis decisiones y forma de vida por parte de mi compi de camino, esto no habría sido fácil. Él muchas veces a confiado más en mí que yo misma en mi actuar y focos a trabajar. Sin apoyo de mis hermanos, amigas y desconocidos seguro que el camino hubiese sido menos llano. Solo sé que en este viaje es necesario que te agarres fuerte a aquellos compañeros de camino que te respetan, quieren y que aportan en positivo en tu progreso. Toma distancia de aquellos enmarcados en nubes grises.
3.- Llevar lo que sabes hacer a aquellos que son tu foco para conseguir empleo
Seguí estos meses demostrando que sabía hacer lo que decía mi currículum o perfiles profesionales. Volví a salir de casa para compartir lo que sé con aquellos que yo tenía en mente trabajar. No hay mejor método que demostrar “in situ” lo que sabes hacer.
4.- Poner foco
El ponerme un objetivo real y claro, me ha ayudado a salvarme de ir por caminos incorrectos. Hace un tiempo puse bandera a ciertos hitos personales y laborales y, hoy en día, van tomando forma. Van tomando forma con paciencia, esfuerzo y con una fuerte convicción de que pueden hacerse realidad si yo lucho por ello. Sé perfectamente que hay muchos focos trabajados a base de esfuerzo que no se materializan (no quiero ser irreal), pero ¿por qué no trabajar en ello? ¿por qué no poner mucha acción para que en la medida de lo posible, se cumpla? ¿por qué no intentarlo por lo menos?… Es en esto último, donde radica nuestra esencia y satisfacción.
5.- Me subí a las curvas de la vida
Para mí la vida no es recta, ya que está llena de curvas y tempestades. Sin embargo, aprendí que era mejor andar por curvas sin perder mi foco que quedarme en la recta sin avanzar. He andado por muchas curvas profesionales, pero nunca perdí el objetivo hacia donde quería ir ni llegar. Estas curvas me han hecho mejor, me han hecho aprender y reafirmarme en lo que quiero como persona. Estas curvas se han presentado con nombres muy diferentes a Recursos Humanos u Orientación Laboral.
Este año mi gran curva estuvo pintada de azul y amarillo. Estuvo escrita por mi casa laboral (así la siento y la sentiré), esta casa es IKEA. Este año volví a la caja azul a aprender y vivir con alegría desde el departamento de Logística y no desde RRHH donde estuve algunos años. Me subí a la bonita curva de la parte administrativa de este departamento, haciendo temas de inventario y cuanto aprendí otra vez con ellos!!.
Sí, porque muchas veces solo se ve la meta, pero el camino está conformado por otros andares, de los cuales deberíamos sacar el máximo aprendizaje posible.
6.- Empleabilidad
Si no trabajas en tu mejora personal y profesional, te quedarás a un lado. Así que “aprende y aprende”. No hay otra formula para estar “vivo” en este mercado feroz que es el del empleo, ya que si piensas que lo que aprendiste hace dos años o diez en la universidad es la formula perfecta para conseguir lo que deseas, te estás equivocando. Recíclate, invierte horas y horas en aprender.
7.- Aceptar los días grises
La vida no es siempre días soleados. La vida es aceptar y aprender. Es vivir cuando cae el chaparrón, pero salir de él será siempre la mejor opción. Tuve en este año, por motivos más personales que laborales, momentos de tormenta y, sin embargo, acepté esta circunstancia viviéndola y dejándola ir. No siempre la vida es sonrisa y optimismo; no siempre es felicidad todo, no!!. La felicidad es lo que a ti y a mí nos hacen mejores. No tapemos el sol con un dedo, no nos empecinemos que la vida es lo que vemos en RRSS. La vida es lo que vives en tu casa y lo que sucede en el mundo.
8.- Seguir trabajando en mi Marca Personal
Para mí dar a luz a mi marca personal y profesional ha sido un descubrimiento, pero un descubrimiento en mí misma debido a que me ha ayudado a conocerme, a indagar y a poner sentido a lo que he hecho en el pasado y lo que voy haciendo en la actualidad. Ha sido mi mejor escaparate para aprender de otros y del mercado laboral actual. Sé que me queda un largo camino por andar, pero no me bajaré de él porque es un tema que me gusta y del cual he visto resultados propios.
9 .- Salí de mi casa : Networking
No ha habido mejor momento que poner este año cara a profesionales que seguía y vivía en red. Para mí, salir a la esfera del “cara a cara” me sigue costando, pero esto ha sido una de las mejores recetas para aprender, poner esencia y risas a este proceso de cambio y mejora profesional. Al final, la energía que da dos besos y un abrazo no tiene mejor recompensa.
10.- Conviví con mis miedos
Los miedos. Miedo tenemos todos. Miedo tenemos para hacer muchas cosas, pero lo que nos diferenciará y nos hará crecer, es hacer aquello que nos produce esto con la mejor actitud posible. He tenido miedo de hacer networking, de escribir un post por si estaba mal enfocado o escrito. He tenido miedo a equivocarme y hacer algo que me dañara, sin embargo, he saltado la barrera para mejorar.
No he podido (ni creo que lo haga) tapar con bolis de colores mis miedos. Ellos son parte de mí y ahora que los veo atrás me alegro de haberlos combatido y estar aquí sentada escribiendo esto. Aún quedan miedos, miedos que se irán enfrentando de la mejor manera y agarrada a manos para solventarlos.
Mi viaje tiene más rutas, pero tu tiempo apremia, así que sólo te contaré que esta ruta tiene estos nombres:
- Me equivoqué y lo asumí.
- Creo en el poder de las visualizaciones, pero con muchas acciones para que se concreten.
- Doy gracias siempre a la vida por los días que me regala.
- Me rodeé de personas talentosas y que saben más que yo. Esto ha sido mi gran carta para avanzar.
- Ayudé dentro de mis posibilidades a aquel que me lo pidió.
- Aprendí a valorar lo que sé.
- He luchado con mis miedos y vergüenzas (y lo sigo haciendo).
- Lo peor: compararme con otros profesionales.
- He dicho no a ofertas de empleo.
Muchas gracias por acompañarme!
Grace Salazar
Recruiter – Orientadora Laboral Laboral – Coach de Desarrollo Profesiomnal /p>
Deja una respuesta